¿Qué es la curva de carga?
Si conduces un vehículo eléctrico (o alguna vez te has subido a uno), seguro que has escuchado a alguien preguntar: ¿Por qué mi coche eléctrico no se carga tan rápido como debería?
Aunque la velocidad de carga puede verse afectada por muchos factores, la curva de carga de un vehículo eléctrico es uno de los principales. Entonces, ¿qué es la curva de carga? ¿Varía de un vehículo eléctrico a otro?
Empecemos…
¿Qué es la curva de carga?
Cada vehículo eléctrico tiene una curva de carga que representa la fluctuación de velocidad durante la carga. En las sesiones de carga, quizá hayas notado que un vehículo eléctrico se carga bastante más rápido cuando el porcentaje de batería está entre el 20 % y el 80 %, y que fuera de este intervalo la velocidad de carga disminuye. ¿Por qué?
Para proteger la batería.
La batería de iones de litio es lo que impulsa a un vehículo eléctrico y parte de su proceso de fabricación consiste en aplicar procedimientos de seguridad estrictos para garantizar el estado de la batería. Una de estas medidas de seguridad es el calentamiento y enfriamiento graduales de la batería durante una sesión de carga para que no se sobrecaliente o sufra daños (lo que podría ocasionar una reducción de la autonomía). Esto lo explicaremos un poco mejor en la siguiente sección.
Cabe señalar que cada vehículo eléctrico tiene una velocidad de carga máxima, y eso también puede afectar a la curva de carga. Por ejemplo, el Renault Megane E-Tech tiene una velocidad de carga máxima de 129 kW, es decir, aunque se conecte a un cargador de 350 kW, nunca consumirá más de 129 kW. El E-Tech también tiene un cargador integrado con una potencia máxima de 22 kW, lo que quiere decir que, aunque se conecte a un cargador de CA de 43 kW, el vehículo nunca consumirá más de 22 kW.
¿Por qué la curva de carga es importante para el estado de la batería de un vehículo eléctrico?
Aunque una velocidad de carga menor pueden resultar un poco incómoda, la curva de carga es esencial para el buen estado de la batería del vehículo eléctrico y para la autonomía disponible.
Al conectar el vehículo eléctrico a un cargador, los iones de las celdas individuales de la batería se cargan y se mueven entre el ánodo y el cátodo de la celda. Si esto ocurre demasiado rápido, la batería puede sobrecalentarse y perder algo de eficiencia, lo que se traduce en menos kilómetros por carga. Afortunadamente, existen funciones de seguridad que evitan que esto ocurra y calientan gradualmente la batería antes de que alcance su velocidad de carga máxima. Por eso, si conectas tu vehículo eléctrico a un cargador de 150 kW con un 15 % de batería, puede que solo consuma 44 kW durante los primeros minutos.
A medida que la batería se calienta, la velocidad de carga debe aumentar hasta alcanzar la velocidad de carga máxima del vehículo eléctrico (por ejemplo, 125 kW). El proceso inverso se producirá cuando el vehículo eléctrico alcance aproximadamente el 80 % de carga: la batería comenzará a enfriarse y la velocidad de carga disminuirá.
Además de la curva y el estado de carga, la velocidad de carga depende de otros factores (como las estaciones de carga de uso compartido de energía, las temperaturas ambiente y de la batería, los límites de los cables, etc.). Lee nuestro blog para obtener más información sobre los factores que afectan a la velocidad de carga.
¿Hasta qué porcentaje se debe cargar un vehículo eléctrico?
Para proteger el estado de la batería, debes intentar mantener el porcentaje de batería de tu vehículo eléctrico entre el 20 % y el 80 %. Evidentemente no siempre es posible (viajes largos por carretera, desvíos inesperados, atascos de tráfico, etc.), pero es una buena guía para garantizar el estado de la batería y mantener a raya la degradación de la autonomía.
El porcentaje de carga deseado también variará en función del lugar donde se esté cargando.
Por ejemplo, cuando se utiliza un cargador público, es habitual que los conductores carguen hasta el 80 % u 85 % y sigan su camino, lo que deja ese espacio libre para el siguiente usuario que necesite cargar. En general, el último 10 % o 15 % de carga tarda más tiempo (a medida que la batería empieza a enfriarse, la velocidad de carga disminuye), y es posible que tengas que esperar tanto tiempo como con la carga inicial. Por ello, también es mucho más caro cargar el último 15 % de la batería de un vehículo eléctrico en un cargador público.
Es algo que se debe tener en cuenta.
¿La curva de carga varía según el vehículo eléctrico?
¡Claro que sí! Algunos vehículos eléctricos pueden cargarse de forma constante a una velocidad más alta que otros, algo que por lo general se aplica a los modelos más nuevos.
Independientemente del vehículo eléctrico que conduzcas, siempre recomendamos conocer su curva de carga, ya que puede ayudarte a cargar de forma más eficiente (y rentable) en puntos de carga públicos.
Para demostrar lo variada que puede ser la curva de carga, el grupo P3 comprobó la velocidad media de carga de 12 vehículos eléctricos (Tesla Model 3 LR, Volkswagen ID.4, Polestar 2 y BMW iX3, entre otros) utilizando unos parámetros de batería entre el 10 % y el 80 %.
Los resultados muestran que, de los 12 vehículos eléctricos probados, el Audi e-tron 55 mantuvo una velocidad de carga constante de 146 kW, mientras que el Porsche Taycan Turbo S y el Tesla Model 3 LR experimentaron una curva de carga mucho más variable. El Porsche se cargó a 184 kW de media durante la sesión de carga, mientras que el Tesla tuvo un promedio de 146 kW.
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